Eloy Alfaro

Al entregar su retrato a la Municipalidad de Quito

Ilustre capitán: mira su nave,
sobre un mar que se encrespa y que borbota,
el corte esbelto de su quilla, flota
como un gran cisne majestuoso y grave.

Dejó tu diestra su timón tan suave,
que si un tremendo vendaval la azota,
del seno gris de la tormenta brota,
como surgió de la ceniza el ave.

Jamás zozobrará tu carabela;
porque si en lid sublime y espartana,
hundiste, temerario, el «Alhajuela»,

con su mirada de esplendor, la Historia,
de nuevo, a flote, lo verá mañana,
sobre el mar infinito de la Gloria.

1937 

Arroyo del Río
guayaquileño; 1893-1969