No dicen los inviernos que no haya primavera;
en la noche más negra palpita el alba pura:
lo sabio es esperar; es fuerte quien espera
—buen sembrador— velando la cosecha futura.
Las horas en su danza llevan tan loca prisa,
que a la rima y el llanto ofrecen pronto fin:
feliz quien pueda ver con la misma sonrisa
la serpiente del bosque y el lirio del jardín.
Medardo Ángel Silva
guayaquileño; 8 de junio de 1898 - 10 junio de 1919
guayaquileño; 8 de junio de 1898 - 10 junio de 1919