Como si fuera un niño

Deja posar mis labios sobre tu piel de armiño,
quiero sentir lo blondo de tu real cabellera;
deja que yo me aduerma como si fuera un niño
en tu regazo ardiente como una primavera.

Yo no amo en ti la carne, amo en ti el sentimiento,
amo tu ser ingenuo como una fuente pura;
amo la dulcedumbre de tu armonioso acento
y la tristeza inmensa de tu mirada oscura.

Acógeme en tus brazos y delicadamente
con tus manos de seda acaricia mi frente
y dime en un suspiro que tu ilusión primera

he sido yo y entonces mi amor, mi primavera,
deja que me aduerma en tu seno de armiño
y arrúllame con besos como si fuera un niño.

Maximiliano Garcés