que parece que casi estás conmigo;
me puedo imaginar que estoy contigo
tan sólo de pensarlo intensamente.
Puedo oírte reír alegremente.
Pensar que de mi paso eres testigo.
Que me arrullas si al sueño lo persigo.
Que al despertar, tu sitio está caliente.
Mas, si tal es la fuerza conque evoco
tu presencia a mi lado todo el día
que podría decir que hasta te toco,
¿por qué entonces, por qué, querida mía
estar lejos de ti me vuelve loco
y vuelo a tí por la más rauda vía?
L. Buenavista, 12 de mayo de 1983
Francisco Pérez Febres-Cordero
guayaquileño; 1934 - 2010