Soneto para mi muerte

A mi padre

Cuando muera no he de ir al cielo,
habrá que buscarme en la luna
volando mis cometas de hielo
o meciéndome en una duna
con una hamaca ovejuna
tejida por débiles suspiros
escapados de una noche bruna.

Cuando te acuerdes de mi retiro
piensa que yo estaré tiroriro
bailando un son con una estrella
delirante, girando y reviro,
sonrisa destella y destella.

Cuando muera recuerda, presiento
vendrás a buscarme al firmamento.

14 de enero de 2013

Jorge Luis Pérez
guayaquileño; 1987 -