II

Siento al escribir mis versos
dentro del alma la pena
de no poder decir todo
lo que mi mente desea,
pues las palabras no alcanzan 
a transcribir las ideas:
es ciertamente difícil
el intentar en sentencias
encerrar los pensamientos,
que límites nunca aceptan.

Pero pese a ello, converso
algunos pequeños poemas:
son el único recuerdo
de delirios de grandeza:
de instantes en que creía
que podía ser poeta,
y que fueron sólo sueños
de los que ya nada queda.

Francisco Pérez Febres-Cordero
guayaquileño; 1934 - 2010