de la carpeta del poeta guayaquileño Francisco Pérez Febres-Cordero
También los ángeles se suicidan
Al Dr. José Santos Rodríguez
Un coro de botellas
trasnochadas
tejió este abismo,
al que me asomo
para veri mi rostro.
Inevitablemente
la noche
me espera
en la esquina.
Díganle
que no tardo.