Soneto cuesta abajo

Rostro mío, ahora abstracto,
me sorprendiste en el espejo
cuando tú me rompiste el pacto
de al fin mostrar en mi reflejo
las canas que yo jamás tendría
y en mi faz marcas del trayecto
al que yo siempre recorrería
pueril en busca de mis afectos.

Empiezo a ir cuesta abajo
sin haber yo encontrado nada,
aún sin terminar el trabajo
mas sin soltar nunca la espada.
¿Cuál será la última parada
en este constante resquebrajo?

Diciembre de 2014

Jorge Luis Pérez Armijos
guayaquileño; 1987 -