¡cómo brota del estero
tu ciudadano bielero
en un pasillo perdido?
Pana enguayaberado
llevas en la frente el sino
de ese fulgor octubrino
que nos dejó por legado
fino acorde rasgado
en el olvidado trino
que por mandato divino
Olmedo ha enviado...
Guayaco en guayabera:
¡son tus manos el reflejo
del cansancio sin complejos
que nos lleva a nueva era!
Guayaquil de mi relajo,
mi aliento aguardentoso
ya te declara gustoso
¡viva Guayaquil, carajo!
8 de octubre de 2014
Jorge Luis Pérez Armijos
guayaquileño; 1987 -