De ti

De ti, sólo me quedará
aquel poema de la página 32.
Tus ojos y tus manos desaparecerán,
quizás haré otro viaje,
mas lejano y solitario que el primero.
Pienso en Praga,
una plaza soleada, y las muchachas checas
caminando en ropas ligeras.
Pero de ti, nada
ni siquiera el recuerdo del rostro
iluminado por la desnudez de tu cuerpo.
La habitación donde la oscuridad me
ayudó a desvestirte.
He andado por tu cuerpo durante años,
a través se desliza otro cuerpo
como un barco que llega a la bahía
en plena madrugada.

Jorge Velasco Mackenzie
guayaquileño; 1949-2021