Esta ciudad irradia a ciertas horas
una belleza tal
que no la tienen
ciudades más hermosas:
gesto de joven madre
ademán de ternuras olvidadas
suave memoria de algo
aún no perdido
Faz que sus hijos ven
sin inmutarse
inocentes del don acostumbrados
al calofrío de su amor
o violencia
retrocesos
a su época de novia
de amante adolescente
con el rostro inundado de lágrimas felices.
Carlos Eduardo Jaramillo
lojano