Viejo verde

¿Sabe usted lo que es
un viejo verde, viril?
¿No? Pues bien, ahí le va,
dama adorable y gentil.

Es un hombre fresco y tierno
vigorosamente sano
de cuerpo y alma;
su savia energizante
le da la gallarda lozanía,
y a despecho de su edad
y plateadas níveas sienes
e inclinaciones galantes
por el bello sexo de Eva.

Y sin traumas amatorios
cree aún en el amor leal,
generosamente dado…
sin mezquinas condiciones,
e insiste sensato, ¡tenaz!
sin opresión estresante,
en buscar compañera
para amarla serenamente,
¡con pasión sacrosanta!
lo poco o mucho de existencia
que al «galán» le queda…
Y lleno de esperanza,
con experticia y pasión;
con profesado respeto
y muy sentida emoción:
¡hoy le confiesa el amor
que por usted siente al respecto,
señora, de su corazón!

Guayaquil, 14 de febrero de 2005

Miguel Ortega Calderón
guayaquileño; 1943