A cada golpe que te dé la suerte
responde con un gesto de desprecio.
Sé como el yunque si te hieren: fuerte.
Sé como el mazo si tú hieres: recio.
No supliques jamás, nunca tu boca
conozca de la plática que humilla.
Sé para el odio de los torpes, roca.
Sé para el mar de la injusticia, quilla.
Con sereno ademán, con entereza,
al peso del dolor nunca postrado,
de tu credo de amor y belleza.
Ante Dios y tus padres, solamente,
fervoroso y humilde, arrodillado,
en sublime actitud baja la frente.
Luis Espinoza Martínez