El mar, obscuro, agitado.
Una ola sobre otra ola.
Antes de que una regrese
ya sube, sobre ella, otra.
Coronada de alba espuma
quieren alcanzar la roca
más alta, aquella trepada
sobre todas, negra i sola.
I en el afán de subir
una ola sobre otra ola
pugnando por alcanzar
la que la sal nunca toca,
el impulso
ya se agota
i no puede
trepar más la última ola...
De pronto un final esfuerzo:
una última cabriola...
pero ni en alas del viento
puede subir una gota...
No importa. Las olas bajan
sin disgusto ni derrota.
Ya subirá la marea
después de unas pocas horas
i bramando una canción
que ritmo marcial denota
nuevamente tratarán
de humedecer la alta roca.
¡Algún día lograrán
su propósito, las olas!
Chapoya (Pvcia. del Guayas)
Francisco E. Pérez Febres-Cordero
guayaquileño; 1934 - 2010