Hoy fue un día de doble funeral. Tu presencia
hizo que revivieran memorias tan antiguas
y yo dijera cosas al parecer ambiguas;
y allí dentro tu padre, un comienzo de ausencia.
Hoy fue un día impreciso, en verdad. Sin clemencia
brotaban remembranzas; y en palabras contiguas
había ideas grandes e idas tan exiguas...
y allí dentro tu padre, un olvido en potencia.
Mañana, tras un muro de ladrillo y cemento
él dormirá tranquilo sin oír el lamento
de los que nos quedamos por algún tiempo más.
Mañana, tras el muro de no verte ni oírte,
volverás de mi vida nuevamente a extinguirte.
Volverás al archivo del nunca y del jamás.
18 de Septiembre de 1969
Francisco Pérez Febres-Cordero
guayaquileño; 1934-2010.