Padre que estás en tu trabajo
santificado sea
el nombre que me legaste
Vénganos la paz hogareña
Hágase tu voluntad
al menos en nuestra vivienda
El pan de cada día
ojalá lo tengamos también hoy
y perdona nuestras deudas
aunque a tí
ningún acreedor perdonará las tuyas
No nos dejes caer
en la inanición
mas, líbranos de toda desesperanza
así sea
1975
Francisco Pérez Febres-Cordero
guayaquileño; 1934-2010