Vuelo hacia tí, mi amor, hacia tú vuelo;
regreso hacia tu suave y tierno lazo,
el lazo del amor que en un abrazo
hace palpar la magnitud del cielo.
Regreso hacia tu amor que rasgó el velo
que amenazante circundó mi paso;
retorno a refugiarme en tu regazo
y dejó atrás agobiador desvelo.
¡Cuatro semanas sin que tu mirada
ilumine mis ojos apagados!
Que fueron para mi alma lacerada
cuatro años de lágrimas bañadas
cuatro siglos de noche continuada.
cuatro años luz sin ti... ¡desperdiciados!
1977, cambio 27 de mayo de 1987
Francisco E. Pérez Febres-Cordero
guayaquileño; 1934-2010.