A sor María de la Salette
¡Se acerca la Navidad!
La navidad ya se acerca
y niños, adultos, viejos,
a celebrarla se aprestan.
Ya los grandes almacenes
en sus vitrinas arreglan
toda clase de juguetes
traídos de norteamérica
(si no es un juguete gringo
su hijito se lo desprecia);
otros anuncian en sus páginas
de los diarios sus ofertas:
¡Le regalo mi almacén
si usted se lo lleva a cuestas!
¡Yo le regalo un patín
a quien me compre cincuenta!
¡Yo lo mando a Cochinchina
si compra diez bicicletas!
I las ofertas deslumbran
a las miradas famélicas...
Hay que comprar...!: nos lo gritan
todos a diestra y siniestra.
¡Hay que endeudarse! ¡No importa!
¡Lo mejor es no hacer cuentas!
Lo importante es quedar bien
ante el ahijado o la abuela,
ante el vecino de arriba,
el de al lado, el de a la vuelta,
ante la suegra, ante el yerno,
ante el jefe, ante la nuera.
¡Lo importante es regalar
aunque nos ahoguen las deudas!
Se acerca la Navidad...
¿Es que alguien aún se acuerda
de un Niño que allá en Belén
en un pesebre naciera?
¿Que el oro, mirra e incienso
que los tres Reyes le dieran
son símbolos solamente?
¿Que predicó la pobreza
terrenal, para guiarnos
a espirituales riquezas?
¡Se acerca otra Navidad
convertida en triste feria!
Se acerca la Navidad.
I las familias se encuentran
desde ya pensando cómo
mejor que otras la celebran.
Ya se ahorra para el pavo,
el champán, las frutas secas
(¡pero hay que pensar también
del treinta y uno en la cena!)
Se acerca la Navidad
y el Año Nuevo se acerca:
¡habrá que matar de envidia
al vecino en estas fiestas!
Se acerca la Navidad
para todos en la tierra...
¿Ha pensado usted, señor,
en cómo otros la celebran?
Los niños de Irán o Irak
(aunque otra religión tengan)
¿harán árboles de balas
venida la nochebuena?
I cerca, en El Salvador,
la nación que el nombre lleva
del Redentor, que clamando
a Paz del mundo naciera
¿ha pensado usted en cuántos
niños habrá que quisieran
tener sus padres consigo
aunque juguetes no vean?
I en México, ¿colgarán
guirnaldas rojosangrientas
sobre casas destruidas
i tumbas recién abiertas?
I en Argelia, ¿adornarán
escombros y ruinas tétricas
con arbolitos formados
de mil lágrimas resecas?
Se acerca la Navidad.
Miremos algo más de cerca:
nuestras llanuras y páramos
llenos de gente esquelética
o nuestros propios suburbios
donde la gente procrea
solamente por instinto
criaturas que luego niega;
que no podrán disfrutar
de un pavo... ¡que bueno fuera!..
sino siquiera de un paco
de arroz o de carne seca...
Se acerca la Navidad.
La navidad ya se acerca.
¡Vaya a beber su champán
y emborrache su conciencia
pensando que lo que sufren
los demás, no es su problema!
Noviembre de 1980
Francisco Pérez Febres-Cordero
guayaquileño; 1934-2010