Viena

La amante favorita del Danubio
me despliega tesoros a raudales
y explosiona sin más de sus cabales
mi impresionable corazón montubio

contemplando en espléndido connubio
los estilos modernos y ancestrales,
monumentos, palacios imperiales
y de iglesias y parques un diluvio...

El boscaje vienés canta a lo lejos
tonadas de Mozart y de Beethoven;
Freud revisa del mundo los complejos:

vigilan Schönbrunn, porque no lo roben,
los Habsburgo; y a todos los festejos
van los Strauss, el Viejo como el Joven.

Viena, 1979

Francisco Pérez Febres-Cordero
guayaquileño; 1934-2010