Ya ves, Granada:
volví
Me lo debía
-- y a tí.
Ay, Granada, la Granada
que desde niño soñé,
que a través de García Lorca
quise antes de conocer,
soñando sueños gitanos
de luna, zambra, y clavel:
un día de primavera
hasta tu puerta llegué
y destrozaste mi vida
para siempre, sin por-qués.
Murió Concepción Fernández
y yo me morí también
muy adentro, de tal modo
que nadie lo pudo ver.
Pero he vuelto a tí, Granada:
a desafiarte esta vez.
Porque si llevo una muerte
muy adentro de mi ser,
también llevo mucha vida
y una lírica altivez;
no resucité a la niña
pero yo ¡resucité!
y si un día me venciste
mi victoria de esta vez
de igual a igual hoy nos deja:
¡y ya jamás volveré!
2 de junio de 1981
Francisco Pérez Febres-Cordero
guayaquileño; 1934-2010