Diario de viaje

A Silvia

Vuelo Guayaquil-Miami, sábado 29 de abril

No me fui de tu lado.
Aunque vaya volando
hacia lejos, llorando,
ya quedé en tu alma
                   sembrado.


Miami, 30 de abril

Hoy ha sido un domingo
terriblemente triste.
Su sol no me dio fuego
su brisa no dio oxígeno
su luz no iluminaba.
           Ha sido
           un domingo sin tí.


Aeropuerto de Miami, lunes 1 de mayo

Decenas de personas
a mi alrededor
hablan
     leen
          ríen
               se mueven

De pronto
          no las oigo
          ni las veo

Estoy
íntimamente
en comunión contigo


Sala de sesiones del Departamento de Estado, Washington, D.C., martes 2 de mayo

Todo un día de charlas.
Periodistas que hablan.
Preguntas muy variadas.
Respuestas hilvanadas.
Y entre tantas palabras
en mi cabeza danzan
tu nombre, tu mirada
de dulzura impregnada,
tu caricia, tu cara,
tu sonrisa lunada,
tu beso, tu fantástica
ternura incontrolada
que tanto, tanto ansiaba...

Silvia, Silvia... ¡Mi alma
del cuerpo se separa
y vuela a la anhelada
paz que me das, Amada!


Washington D.C., miércoles 3 de mayo

Estoy perdiendo el tiempo
en este mal llamado
,,Encuentro periodístico''.

Estoy perdiendo el tiempo
porque no estoy contigo.


Washington D.C., jueves 4 de mayo

Hoy el día está más frío,
el sol dejó de brillar;
hoy todo luce a mis ojos
como mi alma dentro está
porque el sol de tu presencia
no me puedo calentar;
contra este frío, me puedo
más o menos abrigar,
pero el que causa tu ausencia
tan sólo terminará
cuando regrese a tu lado
y me vuelvas a besar.


Washington D.C., viernes 5 de mayo; a.m.

Cual la lluvia de anoche
que no vimos
pero dejó su rastro
en las plantas
      la tierra
            el aire mismo--
así tu presencia
tiene mi alma impregnada
de paz y de amor y de poesía
y se refleja en mi actitud
hacia todo lo que veo
       y en todo cuanto escribo
            en todo cuanto pienso.


Ídem; p.m.

Lincoln --
fuiste uno de aquellos
que vinieron al mundo a recordarnos
que debemos amarnos unos a otros;
y por hacer que triunfe la ley única
de que somos iguales,
fuiste sacrificado.
Miro hacia tí para seguir buscando
ese gran ideal:
la hermandad
que traiga paz sobre la tierra.


Mt. Vernon, cementerio de Arlington, sábado 6 de mayo

Se abren paso entre las nubes
débiles rayos de sol:
bajan temblando de frío
con pálida indecisión;
la llovizna, sorprendida,
deja a un lado su tambor
y se mece entre los árboles
una verde imploración
que comparten los geranios,
pero cambiando el color.
Primavera, trastornada
por gélida intromisión,
anhela seguir, vibrante,
su interrumpida función
y un coro de aves aplaude
un rítmico descontrol.

Un breve invierno hoy congela
el jardín del corazón,
que concluirá cuando estemos
otra vez juntos tú y yo.


Washington D.C., domingo 7 de mayo

Washington --
traspatio donde tantas naciones
vienen a lavar su ropa sucia

Feria
donde han podido ser
atracción principal
desde un Lincoln
            a un Nixon
desde un Teodoro Roosevelt
           a un John Kennedy

Supermercado
(,,Detodo y Cía'')
de aviones, bombas y otras menudencias
pentagónicamente repartidas

Cordón de zapatos
que si no está bien atado
puede hacer que dé un traspié el mundo

Alcahuete
que obligarías a tu hermana a venderse
si conviene el porcentaje

Tío generoso
cuando quieres.

Semáforo
que a veces da luz verde al mismo tiempo
a vías convergentes

Se te odie
o se te admire
hay que acudir a tí tarde o temprano


Columbus, Indiana, lunes 8 de mayo

Extraño tus ojos límpidos,
todos ternura al mirar;
tu caballo que en mi mano
duplica su suavidad;
extraño tu frente tersa
y en ella el claro lunar;
tu nariz que tantas veces
entre mis sueños está;
extraños cómo me hablas
y tu forma de escuchar;
esa brillante sonrisa
iluminando tu faz;
extraño tus suaves labios
con mil formas de besar;
la manera como piensas,
inteligente y sagaz;
extraño tus manos hábiles
cuando consuelo me dan;
tus hombros y tus cinturas
tan fáciles de abrazar;
extraño tu risa, alegre
campanilla de cristal;
tu pecho en el que recuesto
mi frente, buscando paz;
extraño el ritmo que pones
en tu cuerpo al caminar;
tu pie cuando leves huellas
dejando en la playa va;
extraño tu suave trato
y tu sensualidad
y la dulzura que emana
de tu ser angelical.

Te extraño, te adoro y nunca
de mi corazón te irás.


Columbus, Indiana, martes 9 de mayo

Columbus
paraíso de arquitectos
donde los edificios
acarician la vista:
obras de arte
entre verdes prados
y florecidos árboles.

He descubierto un nuevo
horizonte en la tierra
y en él, el complemento
de gente incontaminada
                       todavía
por el egoísmo y por la prisa.

Columbus, has abierto
una hermosa ventana en mi alma.


Aeropuerto de Minneapolis, St. Paul, miércoles 10 de mayo

Mi maleta
juega al tobogán
y luego al carrusel.

Las Ciudades Mellizas
me reciben
                  alegremente.


St. Paul, jueves 11 de mayo

La luna ha puesto en el cielo
una leve herida de oro;
y cuando pasen los días
y se haya abierto del todo
desde sitios muy distantes
la mirarán nuestros ojos
y tenderemos un puente
para decirnos ,,¡te adoro!''


St. Paul, viernes 12 de mayo; a.m.
...Y no puedo concentrarme;
mi mente tiene un imán
que la arranca de esta sala
y hacia tu lado se va;
y aunque es descortesía
mis colegas ignorar,
no puedo amarrar, no puedo,
mis pensamientos acá:
¡prefiero que estén contigo
conjugando el verbo amar!


Ídem, p.m. 

A Aurel Munteanu

La amistad
como la felicidad
aparece inesperadamente
y hay que aprovechar su presencia.
Nos deja una sonrisa
            en el alma
que dura una vida
y ayuda a que crezca la hermandad
en este mundo
            nuestro
que tanto la precisa.


St. Paul, sábado 13 de mayo

A mis pies el Mississippi
                  ondula hacia el mar.
Veo en él a mi corazón
                  que lleno de amor
                  desemboca en tí.

O --- o --- O

Amor me mintió.
Me mintió varias veces.
Nunca supe por qué
                    hasta ahora:
era para que lo pudiera apreciar
                    plenamente.

O --- o --- O

Llovizna sobre la hierba.

Tu recuerdo refresca
mi afiebrada necesidad de tí.


San Francisco, domingo 14 de mayo

Este domingo llena los sentidos
de mágicos recuerdos maternales
que de la mente brotan a raudales,
quizá por las distancias impelidos.

Recuerdos familiares, compartidos
con la guía y consejo paternales;
risas y discusiones fraternales;
y los abuelos, por la muerte heridos.

El Día de la Madre me ha llenado
de recuerdos de amor de mis mayores;
y hoy que el Cielo ya todo me lo ha dado

sólo pido mis últimos favores:
si más amores que odios he sembrado,
coseche en mi vejez también amores.


Martes 16 de mayo

a Govinda Pradhan

Nepal
Ecuador
Países medio mundo aparte
Pero Govinda
                      y yo
con un fraternal abrazo
los hemos acercado
y en adelante
siempre habrá algo de Nepal
                           en Ecuador
y viceversa.


Santa Fe, miércoles 17 de mayo

Frente al mar de la duda
tú pusiste una barca
segura
para que yo navegue
--tú misma como brújula--
sin miedo a las tormentas
o a las noches obscuras.
Tú pusiste una barca
con velas de ternura,
fáciles a la brisa;
maniobrable a las súbitas
infancias de mis manos.
Tú mi barca segura.


Santa Fe, jueves 18 de mayo

Hay que aprender a pensar
no en términos nacionales,
sino sólo individuales,
para poder progresar

y un mundo hermano crear;
las diferencias raciales,
políticas o sociales
son más fáciles de obviar

si a las personas no vemos
como parte de un total
hacia el cual quizá tenemos

algún prejuicio ancestral.
Primero, mejor, miremos
el valor individual.


Los Álamos, viernes 19 de mayo; a.m.

Los Álamos: tu nombre debería
evocar un poético paraje;
sin embargo, tan sólo eres sinónimo
de muerte y destrucción:
fue aquí donde nació la bomba atómica,
madre de toras más crueles.
Hoy, la ciencia investiga porque se use
en otra forma la fusión del átomo...
pero hay detrás la sombra imborrable
y horrenda de Hiroshima y Nagasaki.


San Ildefonso, viernes 19 de mayo; p.m.

Indio norteamericano:
no porque se haya hecho algún esfuerzo
por integrarte, ahora,
tu lucha es menos triste
(lo que pasa es que no la promocionan);
y para quien haya estudiado
un poco de tu historia, es algo absurdo
escuchar los sermones a otros sobre
los derechos humanos,
cuando fuiste tratado
tan inhumanamente.


Vuelo Denver-Atlanta, sábado 20 de mayo

Amor que te tengo lejos
amor que te tengo cerca

amor llanto en la distancia
amor risa en el recuerdo

amor soledad del cuerpo
amor compañía del alma

amor penumbra de besos
amor luz en la esperanza

amor no te tengo lejos
amor estás de mí adentro


Atlanta, Georgia, domingo 21 de mayo

Perdóname la tonta
reacción de mi tristeza:
me ilusiono en exceso
y pierdo la cabeza...

Sí: vas a perdonarme,
pues te sobra nobleza.


Atlanta, Georgia, lunes 22 de mayo

Estoy ante la tumba de otra mártir
Deprime darse cuenta que si uno
lucha por conseguir que prevalezcan
la igualdad, la justicia,
en un país como éste,
adelantado en tan distintas formas,
                                    lo asesinan.
Y es increíble que se predique
el respeto a los hombres
mientras se niegan
elementales derechos aquí mismo.


Miami, martes 23 de mayo

Una avecilla perdida
sin nido dónde cantar;
arroyo sin cauce para
desenrollar su caudal;
infante sin una mano
que lo ayude a caminar...
en ti encontré nido, cauce,
mano y mucho, mucho más.


Miami, miércoles 24 de mayo

En medio de la noche
me desperté sonriendo:
soñé que te besaba
y fue tan real el sueño
¡que sentía los labios
empapados de besos!


Miami, jueves 25 de mayo

Anocheció en mi alma
el día que partí--
pero esa noche triste
va llegado a su fin.


Vuelvo Miami-Guayaquil, sábado 27 de mayo

Es  fácil olvidarse los problemas
diez mil metros de altura sobre el suelo
surcando en un avión el claro cielo,
mil estrellas brillando como gemas.

Pero prefiero actualizar mis temas
y seguir en musca de mi anhelo
siempre con un telúrico desvelo
--paz, amor, hermandad-- en mis poemas.

Paz, amor, hermandad... ¡no es utopía!
Si todos con afán nos aplicamos
podremos darle fin a la agonía

de este mundo egoísta en que luchamos.
Más amor, menos odio; y se podría 
hacer mejor el mundo que habitamos.


Ídem

Vuelo hacia tí, mi amor, hacia tí vuelo;
regreso hacia tu suave y tierno lazo,
el lazo del amor que un abrazo
hace palpar la magnitud del cielo.

Regreso hacia tu amor que rasgó el velo
que amenazante circundó mi paso;
retorno a refugiarme en tu regazo
y dejó atrás agobiador desvelo.

¡Cuatro semanas sin que tu mirada
ilumine mis ojos apagados!
Que fueron para mi alma lacerada

cuatro años en lágrimas bañadas,
cuatro siglos de noche continuada,
cuatro años luz sin ti... ¡desperdiciados!

Francisco Pérez Febres-Cordero
guayaquileño; 1934 - 2010