Amiga desventura

Se ha convertido mi existencia en una
noche pesada, misteriosa y larga...
Y ya no puedo amar: amor es dicha
y ya olvidé cómo se ríe y canta.

Una mueca parece mi sonrisa;
mi gesto de bondad, una amenaza;
parece mi canción largo gemido
y grito de dolor mi carcajada.

Basta de amor. Cultivaré la honda
desventura que siempre me acompaña.
Amiga tan constante y leal ha sido 
que no quiero ya nunca abandonarla.

Francisco Pérez Febres-Cordero
guayaquileño, 1934 - 2010