Culminación

Te presentí en la ruta de mi existencia umbría
y te busqué impaciente, pero sin desmayar.
Tras cada desengaño mi esperanza crecía
porque estaba seguro que te habría de hallar...
Y alegre y luminosa llegaste al fin un día
llenando de festejos y luz el alma mía
y supe que ya nunca te habrías de marchar.

Has colmado mis horas de dicha inmensurable,
realizaste en mi vida la utopia sin dolor.
Si no estás en mi lado, nada será agradable
y lo que antes fue bello me lucirá mejor.
No importa que mi lira ya jamás cante o hable:
en cada beso mío habrá un verso inefable
y será cada hijo un poemario de amor.

Noviembre de 1961

Francisco Pérez Febres-Cordero
guayaquileño; 1934 - 2010