Dicha incompleta

Hay en cada existencia una esperanza muerta,
cual un jardín donde una rosa nunca creció...
Y sentimos la vida más vacía y desierta
al pensar en el sueño que jamás se cumplió.

De lograr un cariño hubo en mi alma el anhelo
pero aquella que amaba no quiso darme amor;
después... otro cariño me ha concebido el cielo,
pero siento que falta en mi dicha un factor.

Es como si sembráramos un rosal, esperando
nos dará rosas rojas de esplendor sin igual;
y un día, nuestro anhelo parcialmente burlando,
fragantes rosas blancas nos da sólo el rosal.

Miami, septiembre de 1957

Francisco Pérez Febres-Cordero
guayaquileño; 1934 - 2010