Liras a tus ojos

I
Como ámbar prendido,
esos ojos negros son otra cosa.
De miradas perdido,
severas y sombrosas,
y es en ellos do mi mirar reposa.

II
Tus miradas polares
que son desde donde mi alma pende
cuyos oscuros mares
mi fina calma henden
y la tronadora lira encienden.

III
A Pancho Madrigal 

¡No, flaca! ¡Ponte seria!
Ya me gustaste, ahora me cumples,
Flaca gusarapienta.
Ya lo caido, caído
y si no, la próxima ¡no me gustes!

IV
Lejos, mas bajo el cielo
mismo que nos une y nos separa
la calma de este velo
levanto de mi alma,
¡Es el trueno que ruge y te llama!

V
Tus ojos de tormento,
a los que tengo yo ya muy bien vistos,
te persiguen como ecos
al latir mis aullidos.
Creo que tú me tienes distraído.

20 de marzo de 2013

Jorge Luis Pérez
guayaquileño; 1987 -