Soleares a enamorarme

En una calle oscura
de una ciudad sin alma
llegó un día la luz tuya.

Yo era palmera sin brisa;
yo era una ola sin mar;
yo era un bufón sin risa.

Yo, hasta estar contigo
no era quien quería ser
pero te he conocido.

Eres mi luz y mi abrigo,
eres mi sombra y mi amiga.
Quiero tenerte conmigo.

Me enamoro si te miro
aalerosa de mi alma,
te dedico este suspiro.

12 de junio de 2013

Jorge Luis Pérez
guayaquileño; 1987