Soneto Moral (2)

¡Basta ya, pecador! No tu malicia 
ejercite más tiempo mi paciencia: 
harto lugar te da a la penitencia
mi bondad despreciada por propicia.


Hoy mi amor con ternura te acaricia,
hoy disimula y sufre tu insolencia;
mas podrá ser que en breve esta clemencia 

se convierta en rigores de justicia.

Ea, no tardes más en el pecado;
y si al ver del castigo la tardanza
hoy mi misma paciencia te ha obstinado,


Adviertan tu descuido y confianza
que, mientras más retiro el brazo airado,


voy doblando el impulso a la venganza. 

Juan Bautista Aguirre
dauleño