De qué cielo nos hablan, si la suma
de todo lo que somos se nos queda:
La ventana, la puerta, la vereda,
el refugio del árbol que perfuma…
De qué cielo nos hablan, si la espuma
del mar quiera besarnos y no pueda,
ni podamos tampoco que la seda
de unos labios ardientes nos consuma
Y si somos la suma de otras cosas
que v an desde l as zarzas a las rosas
y desde el sacrificio a la quimera,
qué seremos, si todo lo vivido
quedará por decreto del olvido
sin nosotros, allá cuando se muera.
Gonzalo Espinel Cedeño
guayaquileño; 1937-2019