Mañana miel

En este momento te amo,
te amo hecha fuego en candelabro,
te amo en mi soberanía por hacerlo,
te amo en roces no abroquelados.

Te amo sin una supuesta causa real,
dirán algunos sin motivo aparente
pero ellos no conocen nuestros pábulos,
sólo sabrán que te amo sencillamente.

Te amo en tu convención de ternura,
en la impía desaparición de tu cuerpo,
te amo sin invitar a la cordura,
tomada de mi mano sin rumbo cierto.

Te amo en los dominios de mi calma,
en mil miradas cotejadas a besos,
en la huella de tus pisadas;
te amo mía,
te amo tuyo,
te amo siendo nuestros.

Te amo con relojes sin tiempos,
con esa lógica de quimeras,
te amo consonante en el viento
y en el deambular de nuestras sendas,
te amo con atronador sentimiento
desde que me invitaste a tu existencia.

Te amo en los disparos de tus ojos
y en mi ser aherrojado de tu piel,
en la fuga no avisada de tus besos,
te amo antes,
te amo ahora,
te amo en un mañana miel.


César Poveda
guayaquileño; 1987 -