Me recuerdas un poema nunca escrito
como el hijo que jamás engendramos,
aquel viaje proscrito al pudimos
y un largo vals jamás bailado.
Me recuerdas ese universo perdido
y mi ser huérfano de tus manos,
una carta narrando un muerto latido
y un teclado asignado a este bárbaro.
Me recuerdas tu imposible olvido,
la calle que no caminamos descalzos,
el empleo de las risas sinsentido,
el tormento de no tenerte a mi lado.
Me recuerdas ese tren, perdido,
una página en blanco de este extraño,
la sobriedad de un ron que grita al oído,
y el alba que ya no te ruega un te amo.
César Poveda
guayaquileño; 1987 -
guayaquileño; 1987 -