Patria

Patria tierra sagrada de honor y de hidalguía
que fecundo la sangre y engrandeció el dolor.
¡Cómo me enorgullece poderte llamarte mía,
mía como a mi madre, con infinito amor!

Por tus cruentos martirios y tus dolientes horas,
por tus épicas luchas y tú aureola triunfal,
Por tus noches sombrías por tus bellas auroras
cúbrenos siempre, ¡oh Patria! con tu iris inmortal.

Manuel María Sánchez
quiteño; 1879-1935