Aquí quedan grabadas: la leyenda del abuelo,
caballo desbocado que engendró 15 hijos
y orinó doce litros de cerveza negra
mientras agonizaba.
También los versos –selección de la madre–
dos sonetos inconclusos y el primer apunte
para una biografía.
Cada cosa en su sitio
Monumentos que nadie proyectó
Baúles guardando la memoria mala del uso.
En Durán, al otro lado de estas aguas,
sus manos fuertes martillaron las rieles,
pero nunca manejaron el ferrocarril.
Únicamente lo ayudaron a subir al lomo de los cerros
com el Dublín al lomo de los puentes.
Aquí vivió y murió
Antes que nosotros naciéramos
Mi hermano mayor lleva su nombre
Sus ojos mi hermana la casada
Yo su manera de empinar el codo
cada cierto tiempo.
Jorge Velasco Mackenzie
guayaquileño; 1949-2021