Marea

1
Todos sabían que estaba enamorado de ti
menos yo.
Tomé mi verbo y lo convertí en prosa.
Cumplí la promesa que habría de romperse
porque detenerme y especular no hubiere sido correcto
cuando ya estaban las cosas habladas.
¿Por qué ser feliz y enamorarme si es culpa tuya
hacer una llegada tardía al ardor de mis entrañas?

Que no te sorprenda saberme aún enamorado,
pero ahora sin oportunidades.
La pasión no tiene caducidad,
mas la fortuna no siempre sonríe, y
sólo lo hace para los audaces.
Remaré en mi mar de agonía.

2
Remo en un mar de agonía.
La noche arropó a la noche
y encerrada está en su broche
nuestro secreto de aquel día.

Y temo al verte destaparlo,
mi acierto de melancolía;
a mis pasos huecos de Gran Vía,
y a mi silencio sin buscarlo.

Busco a tus pasos con los míos
dentro de mis recuerdos te huelo;
con tu voz sereno mi hastío
y desde la distancia te velo;
y a tu inverosímil regreso
anhelante, al dormir, yo beso.

Jorge Luis Pérez
guayaquileño; 1987 -