Ese soneto que escribiera un día
y yo mismo perdiera, descuidado,
más de mil vueltas por mi mente ha dado
sin que recapturase su valía.
I mezclaba las rimas y no había
sino un cuarteto con un pie cambiado
o tres terceros y u final forzado.
Soneto de recuerdo y agonía.
Hoy escribo un soneto en homenaje
a ese soneto por mi mal perdido.
Nadie comprenderá cuánto bagaje
de poesía hay detrás del que hoy decido
escribir, ni cuán hondo es e mensaje.
Soneto que olvidé, nunca te olvido.
Enero de 1986
Francisco Pérez Febres-Cordero
guayaquileño; 1934 - 2010