Parece que fue ayer cuando escuchaba
los cuentos de mi abuelo, embelesado
por las bellas historias que contaba,
y fue también ayer cuando asustado
una luz en la noche demandaba
y cuando héroe y patriota consagrado
cien soldados de plomo comandaba...
Para mi duelo, aquella edad dorada
ya no puedo volver a contemplar,
si no es en la memoria retratada;
y años tan plácidos al recordar,
no puede menos mi alma acongojada
que lágrimas de pena derramar.
Julio de 1953
Francisco Pérez Febres-Cordero
guayaquileño; 1934 - 2010
guayaquileño; 1934 - 2010