Destino

Yo soy el susurro del viento que se hace gemido,
yo soy el gemido del ave que se hace canción;
yo soy el rumor del arroyo que se hace bramido,
yo soy el bramido del trueno que se hace oración.

Tú eres la nube que oculta del sol la luz clara,
tú eres el sol implacable que agosta el vergel;
tú eres el largo diluvio que el mundo inundara,
tú eres la mar impetuosa que abisma el bajel.

Por ti se hace llanto el gemido, fenecen mis cantos;
se oculta mi sol de alegría; me hiere tu ardor;
dejas en mi vida tan hondos y grandes quebrantos
que mueren en mí la esperanza, la fe y el amor.

Echar de mi mente quisiera tu figura bella,
mas va mi tenaz pensamiento siempre en pos de ti.
Y sé que está escrito con fuego en mi mala estrella
que muero ya intente olvidarte o acercarte a mí.

Milford, 1953

Francisco Pérez Febres-Cordero
guayaquileño; 1934 - 2010