Añoranzas

Cuando recuerdo aquel ingenuo gozo
con que las navidades recibía
cuando niño, y las cartas que escribía
al viejo Santa Claus, con alborozo,

y que en la Nochebuena me dormía
con gran dificultad, porque ansioso
quería ver al Viejo bondadoso
cuando en su gran trinco descendía,

nublan mis ojos lágrimas fugaces
holocausto a la edad de las ficciones
que pasó para siempre. ¡pobre suerte,

soportar de la vida los compases...!
Ayer nacieron tantas ilusiones
y hoy tantas esperanzas hallan muerte...

Milford, diciembre de 1953

Francisco Pérez Febres-Cordero
guayaquileño; 1934 - 2010