No deseo perderme el espectáculo
i espero que no habrá ningún obstáculo
para admirar ese último segundo.
¿Pueden imaginarse cuán rotundo
será el golpe de Dios con su ancho báculo?
¡De Juan cumplido quedaré el oráculo!
¡Un ,,bang'' apocalíptico, iracundo!
I entonces... rechinar, crujir de dientes!
¡Miles de arrepentidos pecadores
tornados en tardíos penitentes!
Mas los hipócritas gimoteadores
jamás se librarán de las ardientes
llamas de don Satán, multicolores.
1998
Francisco Pérez Febres-Cordero
guayaquileño; 1934 - 2010