Clamor

¡Ayúdame, Señor, pues ya flaquea
la fuerza que sostiene mis ideales...!
De mi Templo las vírgenes vestales
fueron violadas en brutal pelea;

ya nadie el éxito del bien desea;
se inculcan sentimientos amorales
y de tus Mandamientos ancestrales
ya no se tiene la menor idea...

¿En dónde el Norte de esta vida incierta,
el puerto a que arribar sin que naufrague?
De compresión, bondad, justicia cierta,

¿dónde la Fuente que mi sed apague?
Pues de Virtud y de Piedad desierta,
¿qué puede haber que la existencia halague?

Francisco Pérez Febres-Cordero
guayaquileño; 1934 - 2010