Hace un año rendiste ya el tributo
decisivo a esta efímera existencia
y aún se conserva intacta tu presencia
como si hubiera sido hace un minuto.
Todavía el espíritu está en luto;
de tu alma sobrevive la vigencia;
y es difícil rendirse a la evidencia
de que el final llegó y es absoluto.
Aún yo, que me ejercito con porfía
en ser indiferente a la tortura
que nos trae la existencia cada día,
sentí de tu partida la amargura.
Y en tu memoria rica en simpatía
traigo mi poema hasta tu sepultura.
Agosto de 1967
Francisco Pérez Febres-Cordero
guayaquileño; 1934 - 2010