se encuentra su mirada con la mía
y con indiferencia continuamos
sin siquiera desearnos un ,,buen día"
Indiferencia... Así nos engañamos
quizá los dos, pues queda todavía
algo en mí de la primera vez que nos besamos
por vez primera, cuando me quería.
No se puede olvidar a quien se ha amado
aunque los años pasen presurosos
o aunque otro amor hayamos encontrado.
Es tan sólo un disfraz la indiferencia
para esconder los pálpitos ansiosos
que de algún viejo amor trae la presencia.
Diciembre de 1957
Francisco Pérez Febres-Cordero
guayaquileño; 1934 - 2010
guayaquileño; 1934 - 2010