Soneto a mi barba, melena y moño

Dedicado a los atorrantes del mundo

Esta blanca, bruñida y luenga barba
que mi recia cara enmarca ahora,
y la ensortijada cabellera
proyectada en melena necia y brava…

¡es orgullo de mi estirpe libre;
de mi ancestro mestizo y noble…!
que, enhiesto y vertical cual roble…
¡lo mantengo, a despecho de ser pobre!

Y, este moño: ¡terco e infernal!
implantado en plena calavera,
en la medianera occipital:

¡es adorno varonil de primera!;
¡si eres torpe, tarado, o… ciega!:
¡No me critiques, no soy pan de entrega!

Durán, 13 de abril de 1998

Miguel Ortega Calderón
guayaquileño; 1943