Ejército del jubilado

Los jubilados son: nuestros
abuelos, padres o hermanos;
nuestros parientes y vecinos…
mañana lo seremos nosotros,
y entonces, ¿qué haremos?
¡sin seguro de qué viviremos!

¡Jubilados… pensionados!
tenéis el ejército
más grande del Ecuador:
hijos, nietos y hermanos;
primos, sobrinos, vecinos…
¡sacúdanse por su honor:
vencerán a los corruptos!

Sumamos muchos millones;
ustedes no están solitos;
¡movilizad esas reservas;
no permitáis ser proscritos
¡la pidamos a los ladrones
que dilapidaron nuestros ahorros!

¡Todo el pueblo los apoyará!
Ecuador no es Argentina:
allá el ministro Caballo
le dio yuca dos años
a los pobres jubilados,

acá:
los «sabios» que nos gobiernan (burros)
–comisionistas del fondo
monetario y sus agnados
¡merecen vuestra condena!

Como el Congreso amañado,
que con estudiada burla
crea una ley sin financiarla:
sabiendo será vetada…
¡ley de demagogos en campaña!

Así cual traidores Pilatos,
estos zánganos, las manos
se lavan, y con engaños
¡nos dan un bofetón!

¡Desde hace cuarenta años
los ahorros del Seguro
en caja chica convirtieron
los insaciables Gobiernos!

¡Ninguno está libre de culpa!
¡Voraces dilapidaron
la seguridad del futuro:
¡hoy nos mandan el dedo a chupar!
Y con vuestro aumento de Ley:
mama el fondo monetario;
así engorda al cementerio;
y al rapaz extranjero…
¡Lucio, al imperio… siempre fiel!

¡Jubilados… pensionados!
Somos vuestro fiel ejército,
y estas fuerzas desarmadas
no serán vil traiconeras;
ni inclinarán sus viseras
al enemigo estragadas:
¡por un plato de lentejas,
afuera los tramitadores
de carpetas y el de la maleta!

También
al abusivo colonialista,
-mafioso de la política-
¡partidista de todas las «istas»
no entregaremos la Bandera
de nuestra lucha Clasista
que asumimos en busca
de una justicia franca:
¡ella es… nuestra soberanía!

Pues…
No somos base, cual Manta,
para en bandeja de plata
con piratezca y ultrajante
acción nos hundan el barco…
Ahogando nuestras protestas
como a los emigrantes,
con el terror genocida
de esa potencia homicida
que con el Fondo Monetario
ordena a los títeres
de la corrupta política:
¡no aumentarles las pensiones
a los viejos jubilados
del Seguro ecuatoriano!

los políticos rastreros
sin medir su torpe acción,
intentan con el IVA hoy
enfrentar a la nación
contra el pobre jubilado
que sólo exige protección.

¡Solidario nuestro ejército
respalda incondicional
al hermano jubilado,
que estafado y arruinado
¡ya no aguantará más!

¡Jubilado… pensionado!
¡A la carga, como decía
mi coronel Vargas Torres;
adelante, adelante
si eres realmente valiente
y fiel, a tus… congéneres!

Y que sepan
los pérfidos coroneles,
sus agnados y cognados:
que los ecuatorianos,
aún, no estamos castrados
¡salvemos al Ecuador
y con él a nosotros mismo!
O derivaremos: ¡hacia el abismo!

Miguel Ortega Calderón
guayaquileño; 1943