En tu pecho armiñado encierras,
a la par que un amante corazón,
resonancias de metales ancestrales
que nos hacen vibrar de emoción.
En el pasillo como en el tango;
el bolero, el vals, y la ranchera;
igual baladas que canción protesta;
la milonga, samba y chacarera:
Triunfa en tu estirpe magnífica el gracejo
de la mujer hispanoamericana;
¡regia, prima donna, tu canto es summum
hermanando a Ecuador y Argentina!
Mariel Córdoba, ¡artista insigne!
Tus estilos variopintos imprimen
glamour a la tesitura de tu arte
dando a tu presencia gran soporte…
Y con bellos arpegios nos regalas:
¡ya! en agudos, graves o en susurros
tus lúcidas y magistrales galas
destacando, así, la vibrante urdimbre…
de los acentos y primorosos timbres
de tu voz canora y edulcorante.
Parabienes mil, Mariel internacional;
euterpe energía, ¡siempre triunfante!
Miguel Ortega Calderón
guayaquileño; 1943