Primer premio del Ismael Pérez Pazmiño de 1990
Para Val,
El hombre solitario de la ciudad está rodeado por sus invenciones, es el buscador perdido que se ahoga en la común identidad. Con la desesperada y solitaria falta de amor, se construye la última fortaleza. la entretejida ciudadela de Dios. que ha sido formada después del laberinto. De este último refugio no hay salida. –Henry Miller No hay un modo, no hay un mundo exacto, te doy todo siempre guardo algo.
Si estás oculta ¿cómo saber quién eres? Me amas a oscuras, vuelves envuelta en redes.
Signos: uniendo fisuras figuras sin definir, signos. –Gustavo Cerati
Me verás volar por la ciudad de la furia donde nadie sabe de mí y yo soy parte de todo. –G.C.
Sólo puedo ofrecerte el sur
Sus kioscos de hojalata
Sus calles sin pavimentar y sin nombres que las constituyan
Sus buses donde la gente se esconde de los transeúntes
Sus moteles viejos y baratos donde hacemos el olvido y el amor
¿No te parece tedioso como enumero esto?
Más bien me parece desesperado
Enumero las cosas como si temiera perderlas
La ciudad invoca la lluvia para ocultarse
No he hallado aún las llaves que abren el crepúsculo
Antes de que el amanecer se haya atrevido a maquinar su aparición
Habré visitado dos veces los sueños de cada ser dormido
Me esconderé en el estero antes de que despierten los sueños
Las calles moverán mis pasos hacia algún sitio desconocido
Reconstruiré piedra por piedra esta ciudad
Lo haré aunque tenga que inventarla
A Yolanda Meza
La luna ha menguado
insertando a la ciudad entre sus paréntesis
Las premoniciones del ventilador
giraban en sentido contrario al de las rotaciones del planeta
En la muerte de Genaro vi mi propia muerte
Junto a estas visiones llegó una sorpresa;
leer mi obituario en el periódico
Las estrellas son puntos suspensivos
escritos sobre la ciudad para prolongar la noche
A Víctor Báez
La ciudad está inundada
Ahora es como una gota más de arena
Desde el reverso de la lluvia
vi cómo el estero se rasgaba
El sosiego es un clavicordio que yo no sé tocar
La ciudad ha sido asediada
Sus calles se alargan para huir de sí mismas
Los portales alucinan formando túneles
Ebrios elementales iluminan cantinas
¿Siguen los cines soñando sus fábulas?
¿Sigue intacta la soledad
en los últimos asientos de los buses?
Me abandono a los presagios y a este verso que lees
Me niego a construir cualquier metáfora
Hay algo en los periódicos que me obsesiona
Sólo sabré qué es cuando lo encuentre
¿Por qué los hechos deben darse en un orden?
El paisaje se ve inconcluso a través de la ventana
No existe armisticios entre noche y día
porque el eje que los une se ha oxidado en el invierno
Repito ciertas palabras, ciertas frases, ciertos temas
como la lluvia ciertas gotas
¿No he sido capaz de leer los signos que me circundan?
¿Qué es la vida
sino imágenes que pasan frente a nuestros ojos?
Lástima que no haya mapas para estos menesteres
Deambulo por las calles ocultando mi nombre
Sé que alguna esquina esconde a mi Redentor
Nuestro vínculo secreto:
Víctima y victimario son el mismo
Desconozco la forma del castigo
Temo los filos insomnes de las dagas
¿Cómo es su rostro hecho de mi rostro?
Sólo conozco el sonido de sus pasos
y su aliento que flota en la lluvia
Cuando me aborde confesará:
«Vengo por tu extremaunción»
Lo reconoceré porque sus rasgos
ansiarán parecerse a los míos
Sólo él podrá salvarme
Es la única forma de que se cumpla el designio:
Uno de los dos tiene que morir
para que el otro viva
Instrúyenme sobre cómo dejar desierta una ciudad
Detesto el cotidiano ruido
de autos, radios, gentes
Al igual que tú prefiero el vacío que las calles heredan
cuando todos huyen durante los días de guardar
Que desalojen cines y parques
que nadie siga las estelas que esparcen nuestros pasos
Odio la ciudad nocturna de los faros que falsifican la luz
¿Qué haré
cuando no quede de ti más que signos?
La soledad ya no cabe en la butaca de un cine
La gente y los carros
van en dirección contraria a mis pasos
El rostro que vi en el estadio no lo volveré a ver
¿qué vínculo innombrable
me une a la gente que no conozco?
Para Vanessa
Abriré las puertas del cementerio
para liberar a mis muertos
Quebraré los hechizos
para que las estatuas vuelvan a ser humanos
Cortaré las alas de los ángeles de piedra
Con ellas mis hermanos escaparán del purgatorio
Estoy harto de escuchar que la muerte es un sueño
¿Por qué se construyeron los cementerios
en el borde de la ciudad?
Ya no quiero llevar allá a mis muertos
Prefiero hundirlos para siempre en el río
¿Qué diablos me asegura
que esta es la puerta de la nueva vida?
¿Quién se atreve a confesar
que el demonio le regaló sus alas a Dios?
La Eternidad subasta los obituarios
No sé que quiere decir esta frase pero ya la he escrito
Por nada pienso borrarla o clarificarla
Yo sólo sé que voy a morir y no me importa
* * *
A tu pelo van a buscarte los tristes monasterios
Nada es tan inasible
como la imagen que yace en el fondo de la ola
Algo grita en el filo de una burbuja de cerveza
Tu sonrisa es la trama del instante más nítido
Cambias de título a las canciones
Bebemos despacio el sonido de las cosas
Lees el anuncio y piensas en las horas que nos hacen compañía
Te escondes en el humo del cigarrillo
Respiras imperceptiblemente
como si le pusieras puntuación a la realidad
El silencio es sólo un signo
al cual le pones significado con un gesto
Odio los jadeos humanos de los gatos en celo
Perturban mi insomnio horizontal
La distancia entre la ciudad y yo
es de cuatro o cinco siglos
No me guareceré en ninguna casa zodiaco
¿Cómo entender una isla
si se la separa del archipiélago?
No hay nada más hermoso
que ver como un bar se va quedando desierto
Y yo me quedo solo
Más solo que la Santa Trinidad
Siento en mis dientes el temblor de la máquina de escribir
Pistas para reconocer a una mujer infiel
No, Capitán
No hay móviles comprometedores
Tengo coartadas para cada sospecha
Tomaré un liquid paper y me borraré
Dios está en todas partes pero atiende en Guayaquil
Sólo puedes buscarme en las páginas amarillas
¿Es ésto lo que me parece ser
o lo que los demás creen que es?
Esta vez no despertarás bella durmiente del bosque
No hay descanso en este mandala
Elabora los ejercicios de la intuición
Enemigo invisible es la peste que ha arrasado la ciudad
En lo que ahora soy ya nadie confía:
Alguien que no puede tomar su destino
Mi carta astral yace en la mano de un desconocido de Vilcabamba
Temo ver en sus ojos
la claridad de la que siempre he huido
Desconozco cuándo cometí el asesinato del que se me acusa
Maldita la brújula que engendra la incertidumbre
porque sólo sirve para sumirnos más en el vacío
No hay bastón más frágil que el de la culpa
Las siguientes vidas no bastarán para borrarla
No escuché la voz que me rogaba no indagar más
Mis pasos van dejando estelas torcidas
Hace frío y duelen los tobillos
No podré salir de esta ciudad fundada varias veces
El río la rodea e impedirá mi escapatoria
La voz me anuncia que la única ventura será desconocer quien soy
Son pocas las imágenes que definen nuestras vidas
Pocos son también los símbolos que dirigen nuestro futuro
Cursilería del que se obstina
en buscarse y resumirse en sus propias sentencias
¿Qué imágenes y símbolos guían mi vida?
Mido cada palabra que ha de construir mi respuesta:
No he hallado aún tales símbolos e imágenes
¿No era yo el que no podía descifrar los enigmas?
¡Cómo pesan mis ojos!
No hay guía más frágil que la del bastón de la culpa
Es tiempo de tatuar las calles con los pasos
En el bus el silencio estampa decenas de bocas
Una cerveza humedece palabras que han de mezclarse
con canciones de algún cassette regrabado
o con la radio que novela un partido de fútbol
La ciudad acuesta su insomnio sobre el anochecer
Va resquebrajando los relojes digitales
No sólo con palabras se llenan los silencios
Esta es la ciudad que contiene todas las ciudades
No quedarán las calles suspendidas en la lluvia
No quedarán las calles suspendidas
No quedarán las calles
No quedarán
No
No sé si eres hombre o mujer
He escarbado en tu tierra, en tu lodo lleno de jaibas
para ver aunque sea un segundo los esplendores de tu sexo
Tienes nombre de mujer y de varón
Cientos de ciudades te contienen
No hago más que buscarte desesperado entre ellas
No cuentes ahora mis pasos
Escribo sobre ti para corroborar que existes
¿Y qué hay sobre mí?
¿Quién escribe para probar que existo?
Desde que tu estigma adorna mi voz
has reescrito las líneas de mis manos y de mi rostro
He visto en tus calles del sur
casas de caña y madera
como si fueran juegos de naipe barajados por el viento
Si te desvaneces junto a todas tus ficciones
te tomarás lenguaje en algún renglón de estas crónicas
Esa será nuestra redención.
* * *
Le pregunto mi nombre a la gente
Debe existir alguien que sepa algo sobre mí
Vuelvo a casa como quien vuelve a las mazmorras
Veo la máquina de escribir en ninguna parte
Siento que me pide un papel
para que pueda tatuarla con versos,
con una palabra que la salve del silencio
La soledad ya no cabe en la butaca de un cine
La gente y los carros
van en dirección contraria a mis pasos
El rostro que vi en el estadio no volveré a verlo
¿Qué vínculo innombrable
me une a la gente que conozco?
No voy a huir de ti
No puedo escapar de donde nunca he estado
Ahora estoy en tu nombre
Quiero la muerte de mi imagen para amarte
Busco en tu rostro lo que en mí no encuentro
Te tengo atrapada en mi figura
Mi discurso te violenta, su mecanismo te estrangula
Te amo porque pienso poder tenerte
Siempre queremos eternizar lo que tememos perder
Invadimos buses para memorizar rutas desconocidas
En la calle la gente fingía no seguirnos
Contamos los puntos suspensivos de los semáforos
Nuestros cuerpos visitaron
hoteles que daban la espalda a los crepúsculos
Otras veces prefirieron parques de masturbadores
y harapos de casas abandonadas
El goce fue otra forma de escisión
Te busqué entre la gente que llenaba
los últimos asientos de buses, cines, aulas
Al igual que la ciudad
estábamos hechos de pequeñas fisuras
Nos perdimos en ella por intentar conocerla demasiado
Si la recorrimos con nuestros pasos
O desde los buses
fue sólo para leerla desde ángulos distintos
Quisimos abarcarla toda
y terminamos construyendo una distinta de la real
Aunque siempre he temido el fuego
prefiero que mi cuerpo sea incinerado
Las cenizas deben ir al río
donde se deslizan las lanchas en las que escapaba de la ciudad
Por ahora sólo quiero convencerme
de que todas las muertes posibles están lejos
¿He de confesar que me obsesiona
cómo ha de ser mi extremaunción y que por ahora
sólo me presto a celebrarla?
Que el día posterior a mi muerte sea de sosiego
Que las cosas tangibles retornen a su cauce
Que la ciudad no cambie en lo absoluto
Que no se transformen sus calles que se alargan
huyendo de sí mismas
que sigan rodando los buses fantasmas por las madrugadas
que hayan más sánduches de pernil y colas en los kioscos azulados
que mi doppelganger me perdone la vida que me tocará vivir
y desista de matarme a la vuelta de la esquina
que las lanchas del río
sigan ayudando a los que se quieren exiliar
que los parques noctívagos
sigan acogiendo masturbadores
que los bares acojan cónsules y plebeyos
y que nos dejen beber hasta que se sequen
que los manglares sigan delimitando las fronteras de la ciudad
que jamás muera la voz que siempre dice estas líneas:
Dig if you will the picture
of you and I engaged in a kiss
que cada medianoche siga despertándose
la estatua de la mujer desnuda de la Biblioteca Municipal
que los cines no se queden ciegos
que las radios no se queden sordas
que los moteles graben para siempre en sus paredes
la música de la erolalia
que los noticieros y periódicos sigan mentiroseando con sus verdades
Que las cosas sean lo que parecen ser
Es necesario abrir y cerrar paréntesis en el tiempo
Nadie es insustituible
Que mi obituario no aparezca en los periódicos
Son muchas las cosas inútiles que se publican estos días
Si no te molesta cambiaré de tema:
Hoy he pensado de repente en volver al mar
Sin embargo he decidido quedarme
La verdad es que no conozco otra ciudad
que se desfigure con tanta perfección bajo la lluvia
Tras las cortinas la ciudad plagia nuestro frenesí
Se ha decretado el día de los animales en celo
Se han desalado las orgías en cines, iglesias, bares
Que tus movimientos despierten
Podemos ser otros e imaginarlo sin decirlo
Aumentaremos la duración de la noche
que se obstina en expulsarnos de su matriz
¡Inseguridades!
¿Sabes tú qué nos hace habitar este segundo?
El tiempo del espasmo ha llegado como un forastero
La libertad de ser prófugos será nuestro estigma
Recuerda lo que Marlon Brando le dijo a María Schneider:
Todo lo que está fuera de este lugar
es una m.
Sólo contamos tú y yo, el resto no existe
Pero este no es nuestro último tango
y esta danza se la ejecuta en forma horizontal
Velos hasta llegar a tu cuerpo
Figuras sin definir
Tus poros se dilatan hasta abrirse
y me entierro en tu cuerpo
Las velas rojas no hablan de un funeral
sino de una fiesta en la que sumaremos nuestras desolaciones
Profano el rostro más oscuro de tu piel
despojándote de tu lencería
Somos carbón para avivar la fragua de la eternidad
Posiciones que se le olvidaron al kamasutra
No nos despojemos de estas máscaras de dioses
La vuelta a tu cuerpo en 80 minutos
El falo crece hasta interrogar tu fugacidad
Es el cetro donde danzas sentada
Grita, agoniza
La muerte llega en el próximo orgasmo
Nada podrá salvarnos de nosotros
Podemos morir cuantas veces queramos
Sólo somos un conjunto de sonidos
El lenguaje fue desalojando de este desvarío
Abres tus piernas y me introduzco hasta el fondo
Me acurruco en tu matriz
y volveré a nacer dentro de 9 siglos
Hacemos el amor
Hacemos la muerte
Hacemos el rencor
Me conecto a ti y nos electrocutamos discontinuamente
Acoge la leche de la vía láctea
Este es el semen de todos los hombres de la tierra
De ti saldrán las nuevas generaciones
Desenredo tus raíces de mis paisajes interiores
Me llega el desquiciamiento
Proviene de tu grito
y va desordenando cada caos como un Demiurgo Ciego
Eclipses diurnos de luna
Confusiones se anidan en los primeros planos de tu rostro
No hay realidad sino realidades
Una sobre otra/ Una dentro de otra
Birrealidades
Trirrealidades
Tetrarrealidades
Pentarrealidades
La arena ya no marca el tiempo lineal
Sino el tiempo que nos resta
Ya no hay
rayuelas de carbón sobre el suelo
¿Cuál de los dos dejó caer la ficha?
La mantis religiosa copula con su pareja
Lo hace sabiendo que tiene que matarla cuando la fecunde
¿Es eso el amor? ¿Asesinar lo creado, lo construido?
Dices que amo las imágenes que voy creando de ti
Inseguridades: ¿Sabes tú quién eres? ¿Quién soy?
¿Quiénes somos?
Estos días van apagando sus lumbres en mí
Quizá tan sólo seas una de mis sensaciones
como el mar izando sus nubes aciagas
Soy un oleaje desdibujado que se propaga desde ti
El amor es conjurar una hechicería mayor
Dura el tiempo que tardamos
en arrancarnos los alfileres
que nos han clavado bajo los cabellos
Yo sólo era alguien que entretenía su tedio de diosa
Le pesaba sentir como el tiempo se recobraba en sus hábitos
Ahora sólo quedan los números de su teléfono
Uno que otro libro
Ese videocassette con imágenes de su cabeza
apoyada sobre su mano como si estuviese sosteniendo sus pensamientos
Ignoro qué neurosis de destino me impulsaba a pegarme a su falda
Crucificaré sus recuerdos en mis nuevos hábitos
Quiero que a esta máquina le duela cada letra que la invoca
Golpeo cada tecla
como ansiando crear un ritmo que pueda contenerla
No quiero compartir con nadie mi fantasma
Me regaló un paraíso de azufre
y la pulsera que llevaba su dragón negro
Como siameses
cada vez que nos separábamos me invadían los latidos de muerte
Huir de ella era un camino que me devolvía a ella
Cuantas veces intenté sustituirla
Matarla habría sido ascenderla a mito
Si le puse varios nombres
era porque no pude distinguir los rostros que la habitaban
Intento rememorarla con vestigios de la ciudad,
líneas tomadas de sus sueños
testimonio de gente que creyó haberla conocido
Ella sostenía el hilo de oro
para que pudiese adentrarme en la ciudad
¿Debo confesar
que jamás descubrí lo que había más allá del estero y de los manglares?
¿Debo acaso decir
que esos eran los límites de la ciudad que ella me había inventado?
Leía cada tramo de su cuerpo
Buscaba alguna inscripción
Algo que me dijese quién era
No había papeles que corroborasen que existía
Quise presentarla a mis amigos pero se negó
Era como si temiese que la gente la delatara por no ser real
Nuestra historia se reduce a una imagen:
Una lancha que se incendia sin alcanzar el muelle
Este texto será su tumba
Entre la espada y la Ciudad
Es necesario ingerir anticonceptivos
Precisamos de papel higiénico y un bolígrafo
para hacer los poemas más suntuosos
REPLAY: Precisamos de papel higiénico y un bolígrafo
para hacer los poemas más suntuosos
¿Por qué insistimos en hacernos daño?
¿No es suficiente con lo que nos hace esta maldita ciudad?
Tomemos todas las líneas de buses
Arribemos al filo del suburbio donde las cervezas son más frías
Corramos hacia el último muelle
Las lanchas nos permitirán la huida
Agárrate fuerte
Tapa tus oídos con mis palabras
Sálvame del ruido de los motores
No observes las caras de los tripulantes
Solo en nuestras soledades y angustias podernos contemplarnos
Sólo uno más
Sólo un movimiento más y será jaque para el pasado
¿Has bailado alguna vez con el diablo
bajo la pálida luz de la luna?
Cuidado
Otro avión va a caer sobre nuestras sombras
En caso de emergencia
Avisar a nadie
Día nacional de la insanidad
Que se desbaraten las casas de caña
Que se asalten mansiones
Que se baile sobre los inodoros y cadáveres del 2 de noviembre
Nada será como antes
Que regresen los incendios a nuestras calles
Que los piratas rapten a las últimas vírgenes
Atención
El triángulo más sórdido:
La ciudad + tú + yo
¿Dónde está la hendija más ansiada?
Paren las rotativas
Solamente en el luto de la separación
puedo amarte
El carnaval inundó la ciudad de vacío
Ahora es sólo un pueblo de sensata desolación
Calles desiertas
Todo parece haber sido arrasado por filibusteros anónimos
Me pregunté: «¿Y si no hay buses que me lleven al mar?»
La ciudad ha sido saqueada
«Sólo deseo excluirme de ella» me dije
«No importa cómo logre escaparme
Pagaré cuanto sea por ser liberado
Estoy harto de estar cansado de esta ciudad»
Debo hablarte de un hombre
que construyó la ciudad de esta ciudad
Un tono de relato es lo único que tendré aparte de saudade
Voy a contarte todo como si no lo entendiera
La ciudad de este hombre cabía en su habitación
Creo que estaba construida con cartón o madera
Quizá estaba hecha de la ciudad porque parecía ser real
El hombre pensó haber construido un mapa de símbolos,
una maqueta que soñaba la ciudad
Hay algo que espero no te moleste
Es el hecho de repetir tantas veces la palabra ciudad
Me niego a utilizar sinónimos
Urbe o Metrópoli desdibujarían el sentido de nuestra ciudad sin sentido
El hombre tomó nombres de barrios y calles y los rompió
para darles un significado que dormía en ellos
Cuando dijo Alborada pensó que era el punto
al cual el amanecer descendía para luego extenderse por toda la ciudad
Dijo El Paraíso y recordó que ese barrio
estaba pegado en la falda de una montaña
Entonces pensó que la Ciudad era el infierno
El acto que estaba por ejecutar precisó de más símbolos
y se dijo: Sauces, Acacias, Ficus, Pradera, Ceibos, ad infinitum
Ahora tengo un jardín que puedo incinerar
Y entonces la ciudad copuló con el fuego
El hombre empacó sus cosas y se fue al mar
Guayaquil, marzo de 1987 - marzo de 1990
Marcelo Báez Meza
guayaquileño; 1969 -