XIII

Viviendo de la ruptura
retomo el camino configurado
a perpetuar mi bondad.

La ruptura en este espacio
para sacar la cabeza a flote,
erguir el cuerpo que yacía,
que se revolcaba entre ácaros
para luego rascarse hasta sangrar
con todo, de cara, de piel arremangada.

This pain is just too real

Quise creer que si estaba contigo,
todo estaría bien siempre
pero regresé con la vida desgastada
agitada de sentirse solita en el mundo
como un bolero desangrado.
La impaciencia…

Perder 10 años por ira
y culpas ajenas.
Encontrar la carta perdida
y verla llorar de angustia
¿hizo todo mal?
Se desespera, contiene mis culpas. Me quiebra.

La ansiedad,
la ruptura
la marea absurda de la esperanza.

Renata Artieda Centurión
guayaquileña