I
Zoilo, ayer tarde por chiste
un quidam te dijo «¡tonto!»
y tú, por vengarte pronto,
«¡adulador!» le dijiste.
Y a la verdad que lo era
el que tonto te llamó,
pues tú no eres tonto, no,
sino la misma tontera.
II
Tus mentideras estiras
con progresos tan felices,
que, en dos palabras que dices,
dices Zoilo mil mentiras.
Por eso admirados todos
juzgan con razón no poca,
que hablas sólo por la boca,
y que mientes por los codos.
Juan Bautista Aguirre
dauleño; 1725-1786