Paisaje polar

Un mar de espumas sordas rodea a un mundo muerto
sombría estepa helada, de lívidos fulgores,
y hundiéndose en las brumas del piélago desierto,
navegan, desolados, los lurtes tembladores.

Letales rublos ruedan por el espacio yerto,
y ruedan en la sombra, con lúgubres clamores,
los ayes y alaridos, que arrancan, sin concierto,
los bóreas, a sus roncos clarines aulladores.

Socava el mar hambriento los cabos vacilantes,
en cuyas cimas, duermen sus sueños congelados
y rígidos, los dioses de ignotas razas muertas.

Y, canos, cual la estepa que cruzan, van errantes
los osos gigantescos, feroces inebriados,
de cuellos epilépticos y fauces entreabiertas.

Leconte de Lisle; francés
Traducción de César Borja