Balance final

«Por este amor sin muerte y sin olvido». 
–Juana de Ibarbourou

Un caballo de sombras perseguido
por la sed luminosa del asfalto.
Un mar y un ángel con la espalda en alto
desterrando de mí tu cielo erguido.

Un ansia pura, sin el tiempo herido
por el cerebro lúgubre que exalto.
Un rostro amurallado en el que esmalto
la fácil carcajada que has oído.

Una dolida juventud celeste.
Una dulzura cándida y agreste
en el amargo lápiz desvestido.

Un fiel remedio que no quiero darme.
y un designio perpetuo de sangrarme
por este amor sin muerte y sin olvido.

Ileana Espinel Cedeño
guayaquileña; 1931-2001

Ver también: http://www.periodicoadarve.com/ficheros/500%20a%20599/562.%20070763.pdf