Me quedaré esperando tu regreso.
Me quedaré esperando hasta la muerte.
Tejiendo el tiempo con violetas de oro,
uniendo el arco iris y la fuente.
En cada amanecer diré tu nombre
con luz de brisas y temblor de nieve
y en silencio del recuerdo blanco
rodaré la mentira de mi suerte.
Jugaré con estrellas en el río,
la luz de plata que en el mar se pierde
y el lejano misterio de tu rostro
será el lucero que alumbró a los Reyes.
Se quedarán los años al olvido
en sucesión de Luna y Sol caliente…
Se cambiarán las rutas del silencio
pero habré de esperarte hasta la muerte…
Jorge Pincay Coronel